La Ria do Burgo, orientada de sur a norte y formada por la desembocadura del río Mero, toma su nombre de la parroquia del mismo nombre, en Culleredo. De escasa profundidad, sus fondos son limosos y arenosos, en algunos rincones cubiertos por manchas de marisma a las que acuden muchas aves acuáticas a descansar en pleamar.
Y, la playa de Santa Crisitina, donde podrás descubrir, camino de esta playa, chorlitejos grandes, cormoranes, garcetas o charranes patinegros. Ojo durante la bajamar a los grupos de gaviotas para detectar alguna argéntea. Desde la propia playa, mirando ría afuera, es fácil descubrir en invierno negrones comunes, colimbos, alcas y a veces zampullines cuellinegros, ¡siempre y cuando el mar no esté muy movido!