El Balneario de Arteixo fue construido en el año 1760, siendo en sus orígenes junto con el de Carballo, el único oficialmente reconocido en la provincia de A Coruña.
Es conocido por sus aguas saladas yodobromuradas con propiedades minero-medicinales, que brotan a una temperatura que oscila entre los 25 y los 47 grados, ideales para combatir las enfermedades de la piel, el reumatismo y las neuralgias, entre otras.
Conserva de sus orígenes piezas de baño, duchas de cobre y bañeras de mármol, que se mezclan con las últimas técnicas de hidromasaje y relax.